Muchas veces, al momento de embarazarnos, nos invaden las sensaciones de angustia ya que no sabemos qué podemos comer, qué no, cómo pueden afectar los alimentos a nuestro embarazo, cuántos kilos debemos subir, y muchísimos mitos que hemos visto en redes sociales y escuchado en conversaciones. La nutrición y embarazo son dos temas que van de la mano para el desarrollo óptimo de tu bebé.
Los objetivos que debemos plantearnos son los de asegurar que tu bebé tenga un adecuado crecimiento y desarrollo, reducir riesgo de morbimortalidad y enfermedades crónicas no transmisibles de tu bebé en su etapa adulta, además de evitar los riesgos de una caída brusca de tu peso corporal o un aumento demasiado significativo de éste, ya que ambos tienen consecuencias negativas en tu embarazo, como por ejemplo bajo peso o peso insuficiente al nacer de tu bebé, retardo del crecimiento intrauterino, macrosomía fetal, diabetes gestacional, mayor riesgo de parto por cesárea, malformaciones congénitas, etc.
Algunas claves a tener en cuenta en este periodo:
- Es muy importante que no realices dietas ni planes de alimentación estrictos en este momento, ya que debes nutrirte bien para asegurar que tu hijo/a nazca lo mejor posible.
- Existen nutrientes críticos en esta etapa como el ácido fólico, hierro, calcio, vitamina D y zinc.
- Hay algunos alimentos que debido a su naturaleza o procesamiento no pueden ser consumidos en esta etapa, como los quesos sin pasteurizar y los pescados crudos.
- Debes tener mucho cuidado tanto con el consumo de suplementos de vitaminas y/o minerales, ya que éstos pueden traer consecuencias negativas para tu bebé.
- Recuerda ejercitarte diariamente. Es perfecta una caminata a paso rápido por 30 minutos al día y complementarlo con una rutina de ejercicios adaptada al embarazo.
- Reduce tu consumo de sal y consume suficiente agua, ya que con esto, disminuirás la retención de líquidos y las incómodas molestias que esto trae para tus pies y pantorrillas, sobre todo en verano.
- Las proteínas, ya sean animales o vegetales, son muy importantes en tu alimentación, no debes tenerles miedo, ya que en esta etapa está incrementado su consumo para asegurar de que tu organismo funcione de forma óptima.
Náuseas y digestión
No se sabe con exactitud por qué algunos alimentos ocasionan náuseas a algunas embarazadas. Lo que sí se sabe es que el sentido del olfato se agudiza y algunos alimentos no se pueden tolerar, como el ajo y cebolla por ejemplo. Otra molestia frecuente es problemas para digerir bien y la aparición del estreñimiento. Un consejo importante es añadir más frutas y vegetales a la alimentación.
Consejos para las náuseas:
- Algunas galletas de soda o tostadas al levantarse, frutos secos incluso antes de bajarte de la cama en la mañana.
- Un pequeño snack a la hora de acostarse y también al levantarse para ir al baño durante la noche.
- Evita comidas abundantes; en lugar de esto, consume colaciones saludables cada 1 a 2 horas durante el día y toma mucho líquido.
- Consume alimentos con alto contenido en proteínas y carbohidratos complejos como la mantequilla de maní con rebanadas de manzana o apio; nueces; queso y yogur; evite los alimentos con alto contenido de grasa y de sal, pero bajos en nutrientes.
- Productos de jengibre (de efectividad comprobada contra las náuseas del embarazo) tales como té de jengibre, dulces de jengibre y bebidas gaseosas de jengibre.
Consulta con tu médico si:
- Las náuseas del embarazo no mejoran, a pesar de intentar con remedios caseros.
- Vomitas sangre consulta inmediatamente.
- Vomitas más de 3 veces al día o no puedes retener ningún alimento sólido o líquido.
- La orina parece estar muy concentrada y oscura, o no orinas con mucha frecuencia (signos de deshidratación).
- Tienes una excesiva pérdida de peso.
A pesar de ser síntomas muy molestos, en la mayoría de los casos sólo duran hasta el 3 o 4to mes. Recuerda que la alimentación es clave para el desarrollo de tu bebé pero también para ti.